Multiva se lanza por los fideicomisos de CI Banco: ¿rescate financiero o jugada política?
En medio de señalamientos internacionales por lavado de dinero y una intervención gubernamental sin precedentes, Grupo Financiero Multiva, propiedad de Olegario Vázquez Aldir, anunció la adquisición del negocio fiduciario de CI Banco. La operación, aún sujeta a aprobación oficial, se perfila como un movimiento estratégico que podría redefinir el mapa financiero mexicano… y el tablero político.
Este martes, Multiva notificó a sus inversionistas sobre un acuerdo para adquirir la totalidad del negocio fiduciario de CI Banco, institución que hasta hace poco concentraba el 26.7% del mercado fiduciario nacional, con más de 3.1 billones de pesos gestionados. La compra ocurre tras la escisión ordenada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), luego de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos acusara a CI Banco, Vector Casa de Bolsa e Intercam de presunto lavado de dinero vinculado al narcotráfico.
La medida estadounidense, que incluye la suspensión de transacciones con estas entidades a partir del 4 de septiembre, provocó una reacción inmediata del gobierno mexicano: intervención de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), transferencia temporal de los fideicomisos a la banca de desarrollo, y el nombramiento de Roberto Lazzeri como nuevo titular de Nafin.
Multiva, que hasta junio apenas gestionaba el 0.29% del mercado fiduciario, busca ahora posicionarse como el nuevo líder del sector. En su comunicado a la Bolsa Mexicana de Valores, la firma aseguró que esta adquisición fortalecerá sus activos como parte de su plan estratégico de expansión, respaldado por una inversión de hasta 170 mil millones de pesos anunciada en junio3.
Mientras tanto, CI Banco prepara una demanda contra el Tesoro estadounidense, alegando que la orden emitida en su contra por tráfico de opioides fue ilegal y amenaza con paralizar sus operaciones.
Por lo tanto, La operación de Multiva no solo representa una jugada financiera audaz, sino también un gesto político que parece alinearse con los intereses de la 4T.
En un contexto donde la banca privada se entrelaza cada vez más con los movimientos del Estado, la adquisición podría interpretarse como una forma de “limpiar” el mercado fiduciario sin mancharse las manos.
Ah, qué bonito es el capitalismo cuando se viste de patriotismo. Multiva, que hasta hace poco era un jugador modesto, ahora se convierte en el “salvador” del negocio fiduciario nacional.
Todo gracias a una escisión quirúrgica, una acusación internacional y, claro, una inversión millonaria que cae justo cuando el gobierno necesita mostrar músculo financiero. ¿Coincidencia? Solo si también crees que los fideicomisos se lavan con jabón neutro.