Pemex en Crisis, Agua en el Crudo Mexicano Provoca Rechazo de Refinerías Estadounidenses
Las refinerías de petróleo en la costa del Golfo de EE. UU. han dejado de recibir crudo mexicano debido a la baja calidad del petróleo suministrado por Pemex, recurriendo en cambio a proveedores de Colombia y Canadá. Las refinerías en Texas y Luisiana han exigido descuentos y se han quejado del alto contenido de agua en el crudo mexicano, llegando hasta un 6% de contenido de agua, seis veces más que el estándar de la industria. Esto implica que cuando se compra un cargamento estándar de medio millón de barriles, alrededor de 30 mil barriles son de agua, equivalentes a casi 2 millones de dólares, según Bloomberg.
La situación es alarmante para los fabricantes de combustibles estadounidenses, ya que México es el mayor proveedor de crudo después de Canadá. Mientras tanto, Pemex enfrenta dificultades para cumplir con pagos de 20 mil millones de dólares a proveedores de productos químicos y equipos necesarios para que su petróleo sea apto para el consumo en las refinerías.
El suministro de crudo de mala calidad se suma a otros problemas que enfrentan las refinerías estadounidenses, como el impacto de los aranceles y la disminución de los flujos de crudo mexicano, que alcanzaron su nivel más bajo en 35 años. Las refinerías han buscado fuentes alternativas, recurriendo a Canadá y Colombia, lo que ha aumentado los precios.
Los problemas de calidad también afectan a las refinerías de Pemex en México, incluida la refinería Dos Bocas, que se cerró en diciembre y sigue fuera de servicio debido a la alta salinidad del crudo suministrado. La presidenta Claudia Sheinbaum reconoció los problemas y atribuyó la mala calidad del crudo al “mal tiempo”, asegurando que Pemex trabaja en resolver el problema utilizando diferentes productos químicos.
La situación plantea serias preocupaciones sobre la sostenibilidad y la capacidad de Pemex para seguir siendo un proveedor de crudo confiable en el mercado global.
La situación es alarmante para los fabricantes de combustibles estadounidenses, ya que México es el mayor proveedor de crudo después de Canadá. Mientras tanto, Pemex enfrenta dificultades para cumplir con pagos de 20 mil millones de dólares a proveedores de productos químicos y equipos necesarios para que su petróleo sea apto para el consumo en las refinerías.
El suministro de crudo de mala calidad se suma a otros problemas que enfrentan las refinerías estadounidenses, como el impacto de los aranceles y la disminución de los flujos de crudo mexicano, que alcanzaron su nivel más bajo en 35 años. Las refinerías han buscado fuentes alternativas, recurriendo a Canadá y Colombia, lo que ha aumentado los precios.
Los problemas de calidad también afectan a las refinerías de Pemex en México, incluida la refinería Dos Bocas, que se cerró en diciembre y sigue fuera de servicio debido a la alta salinidad del crudo suministrado. La presidenta Claudia Sheinbaum reconoció los problemas y atribuyó la mala calidad del crudo al “mal tiempo”, asegurando que Pemex trabaja en resolver el problema utilizando diferentes productos químicos.
La situación plantea serias preocupaciones sobre la sostenibilidad y la capacidad de Pemex para seguir siendo un proveedor de crudo confiable en el mercado global.