Pemex: entre el rescate financiero y la esperanza crediticia, Moody’s y Fitch le dan aire… por ahora
Tras años de degradaciones y advertencias, Petróleos Mexicanos (Pemex) recibió un inesperado respiro: Moody’s colocó su calificación B3 en revisión positiva y Fitch Ratings la elevó de B+ a BB. ¿La razón? El ambicioso Plan Estratégico 2025–2035 presentado por el gobierno de Claudia Sheinbaum, que incluye una inyección de 12 mil millones de dólares, reducción de deuda y promesas de eficiencia operativa. Pero los riesgos estructurales persisten, y el optimismo tiene fecha de caducidad.
Moody’s abre la puerta a una mejora La calificadora Moody’s anunció que la nota B3 de Pemex —considerada altamente especulativa— podría subir hasta dos escalones si se concretan las operaciones financieras previstas para este trimestre. Entre ellas destaca el mecanismo P-CAP, una emisión de deuda por 12 mil millones de dólares para cubrir pasivos de corto plazo y cuentas por pagar.
Fitch Ratings también se suma al optimismo Fitch mejoró la calificación de Pemex de B+ a BB, destacando el respaldo financiero del gobierno federal y el fortalecimiento del vínculo con el Estado. Aunque mantuvo la evaluación de perfil crediticio individual en ‘ccc’, reconoció una mejora en la supervisión gubernamental y en la toma de decisiones estratégicas.
La deuda sigue siendo un monstruo Pemex continúa siendo la petrolera más endeudada del mundo, con pasivos que rondan los 99 mil millones de dólares y otros 23 mil millones en cuentas por pagar a proveedores. Moody’s advirtió que sin medidas estructurales para reducir las necesidades de efectivo, la calificación seguirá limitada.
El Plan Estratégico 2025–2035: ¿salvación o maquillaje? El plan contempla 13 acciones clave, desde la reintegración vertical de Pemex como una sola empresa, hasta la producción de litio y energías renovables. Se proyecta una producción de 1.8 millones de barriles diarios y una reducción de la deuda de corto plazo en 32% para finales de 20254. También se prevé que el Fondo de Inversión para Pemex financie parcialmente proyectos de exploración y producción.
Riesgos latentes Moody’s y Fitch coinciden en que el riesgo de gobernanza y la dependencia del apoyo estatal son factores críticos. Cualquier deterioro en la calidad crediticia de México —actualmente en Baa2 con perspectiva negativa— afectaría directamente a Pemex.
Por lo tanto: Pemex ha logrado lo impensable: que dos de las principales agencias calificadoras le den un voto de confianza. Pero ese voto viene con condiciones, plazos y advertencias. El Plan Estratégico es ambicioso, sí, pero también es una carrera contra el tiempo, la deuda y la historia de ineficiencia.
Pemex está en revisión positiva. ¡Aleluya! Después de décadas de quemar dinero másrápido que gasolina, resulta que con un plan de PowerPoint y una deuda nueva, ahora sí vamos a ser solventes.
Moody’s y Fitch se emocionan, pero no tanto como los proveedores que llevan años esperando que les paguen. ¿Será que el petróleo ya no huele a azufre, sino a milagro financiero? O quizás solo le pusieron perfume a la deuda.