Este sábado los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden dieron a conocer que durante una conversación telefónica abordaron temas críticos relacionados con la frontera compartida entre México y Estados Unidos, comprometiéndose a fortalecer su cooperación para enfrentar desafíos comunes como la migración irregular y el crimen organizado.

Sin embargo, en tres puntos polémicos, López Obrador pidió al presidente norteamericano «no optar por construir muros ni cerrar la frontera, porque no soluciona las causas de la migración ni resuelve el problema». «Es pura propaganda política-electoral», sentenció, además de que insistió en levantar el bloqueo a Cuba y suspender las sanciones contra Venezuela.

«En la respetuosa conversación que sostuvimos con el presidente Joseph Biden, expresamos que tanto México como Estados Unidos son países libres y soberanos que pueden, naturalmente, definir sus propias políticas en materia de migración», comunicó la Presidencia de la República en un comunicado.

«No obstante, con la sinceridad que nos ha caracterizado, manifestamos al presidente Biden que cualquier ley aprobada en esta materia que ignore las causas del fenómeno migratorio y no las atienda está condenada a convertirse en letra muerta», agregó la oficina de Comunicación del presidente López Obrador.


En ese sentido, el mandatario mexicano ratificó a su homólogo estadounidense la propuesta del Gobierno Federal resumida en los diez puntos: primero, regularización de los mexicanos que llevan más de cinco años viviendo y trabajando honradamente en Estados Unidos.

Segundo, aprobar un presupuesto de 20 mil millones de dólares anuales para apoyar a países pobres de América Latina y el Caribe, donde sus pueblos por necesidad se ven obligados a emigrar. Tercero, suspender sanciones a Venezuela para aminorar los flujos migratorios. Cuarto, levantar el bloqueo a Cuba y no obstaculizar su desarrollo, con el fin de reducir los flujos migratorios.

Cinco: mantener el programa de recepción de migrantes por vías legales, implementado por el actual gobierno de EU. Seis, no optar por construir muros ni cerrar la frontera, porque no soluciona las causas de la migración ni resuelve el problema. Es pura propaganda política-electoral. Siete, combatir el narcotráfico y el consumo de drogas químicas como el fentanilo. Ocho, regular la venta y exportación de armas de Estados Unidos a México.

Nueve, elaborar un plan de desarrollo conjunto para impulsar la industrialización y el comercio en el marco del T-MEC, para continuar fortaleciendo a América del Norte como región en el mundo, y definir una estrategia para la integración económica en todo el continente. Y finalmente, reafirmar el compromiso de mantener relaciones de cooperación, amistad y respeto a nuestras soberanías.

En la información oficial se destacó que AMLO comentó que se trató de una «plática fue muy provechosa, de mutuo interés, inspirada en el principio de la política de buena vecindad, amistad y cooperación». Por su parte, la Casa Blanca reportó en un comunicado que ambos presidentes acordaron «continuar su productiva asociación» frente a los retos migratorios.

Esta conversación tiene lugar en un momento clave, dado que se espera el anuncio inminente de un pacto negociado por un grupo de senadores republicanos y demócratas, que endurecería drásticamente la política migratoria de Estados Unidos.

Aunque está por verse que sea adoptado por el Congreso, Biden ya anunció que constituye «el conjunto de reformas más duras» de la historia del país y permitiría «cerrar la frontera» con México «cuando esté colapsada».

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