Lewotobi Laki-laki: el rugido del volcán que paraliza a Indonesia
Una nueva erupción del volcán en la isla de Flores obliga a elevar la alerta al nivel máximo; autoridades temen flujos de lava y piden evacuar zonas cercanas.
Flores, Indonesia. El cielo se tornó gris oscuro sobre la isla de Flores este martes, cuando el volcán Lewotobi Laki-lakilanzó una columna de ceniza de más de 10 kilómetros de altura, visible desde ciudades a más de 150 kilómetros de distancia. La Agencia de Geología de Indonesia decretó la alerta máxima (nivel IV) tras registrar más de 50 episodios eruptivos en apenas dos horas, una actividad inusualmente intensa que superó por mucho el promedio diario de 8 a 10 eventos.
La erupción ocurrió a las 17:35 hora local (09:35 GMT), generando una nube de ceniza con forma de hongo que cubrió el cielo del sureste de la isla. Las autoridades ampliaron la zona de exclusión a un radio de 8 kilómetros y advirtieron sobre el riesgo de lahares —flujos de lodo volcánico— si se presentan lluvias intensas.
Un volcán con historia y cicatrices
El Lewotobi Laki-laki, cuyo nombre significa “hombre” en indonesio, es el más activo de un par de volcanes gemelos que comparte con el Lewotobi Perempuan (“mujer”), ambos ubicados en el distrito de Flores Timur. Con una altura de 1,584 metros, el Laki-laki ha mantenido una actividad constante desde diciembre de 2023, cuando inició una serie de erupciones que desplazaron a más de 6,000 personas.
En noviembre de 2024, una secuencia de explosiones dejó nueve muertos y obligó a evacuar a miles de residentes. En marzo de este año, otra erupción alcanzó los 8 kilómetros de altura y provocó la cancelación de vuelos en Bali, a 800 kilómetros de distancia. En mayo, el volcán volvió a activarse, aunque con menor intensidad.
Una amenaza latente en el Anillo de Fuego
Indonesia se encuentra en el Anillo de Fuego del Pacífico, una franja sísmica que concentra el 75 % de los volcanes activos del mundo. El país alberga más de 400 volcanes, de los cuales 129 están activos y 65 son considerados peligrosos. La actividad sísmica es constante: se registran unos 7,000 temblores al año, la mayoría de baja magnitud, pero con potencial destructivo cuando se combinan con fenómenos volcánicos.
El volcán Merapi, en la isla de Sumatra, dejó 23 muertos en diciembre de 2023, recordando la fragilidad de las comunidades que habitan cerca de estos gigantes dormidos.
Evacuaciones y medidas de emergencia
Hasta el momento, no se han reportado víctimas por la nueva erupción del Lewotobi Laki-laki, pero las autoridades han iniciado evacuaciones preventivas en las aldeas de Dulipali, Nobo, Hokeng Jaya y Nurabelen, donde nacen varios ríos que podrían convertirse en canales de lava si las lluvias se intensifican.
El jefe de la Agencia de Geología, Muhammad Wafid, pidió a la población no acercarse al cráter y utilizar mascarillas para protegerse de la ceniza volcánica. “La prioridad es salvar vidas. El volcán sigue activo y no podemos descartar nuevas explosiones en las próximas horas”, declaró en rueda de prensa.
Una convivencia forzada con la furia de la Tierra
Para los habitantes de Flores, convivir con el Lewotobi es parte de su cotidianidad. Muchos dependen de la fertilidad de sus tierras volcánicas para cultivar arroz, café y maíz. Sin embargo, cada erupción recuerda que la generosidad del suelo tiene un precio: la amenaza constante de una tragedia.
Las autoridades indonesias han reforzado los sistemas de monitoreo y alertas tempranas, pero la topografía montañosa y la dispersión de las comunidades rurales dificultan las evacuaciones rápidas. La resiliencia de estas poblaciones se pone a prueba una vez más.

