Ciudad de México — La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que el próximo 3 de septiembre recibirá al secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, en Palacio Nacional. El encuentro busca consolidar un marco de entendimiento bilateral en materia de seguridad, enfocado en el combate al narcotráfico, el tráfico de armas y la cooperación en investigaciones sobre precursores químicos del fentanilo.

¿Qué implica el “marco de entendimiento”?

Aunque en un inicio se habló de un “acuerdo”, Sheinbaum aclaró que no se trata de un tratado formal, sino de un programa de trabajo conjunto que no requiere firma ni ratificación. La Secretaría de Relaciones Exteriores precisó que se trata de un “entendimiento operativo”, similar al Acuerdo

Bicentenario, pero con énfasis en:

• 🧪 Investigaciones conjuntas sobre precursores de fentanilo
• 🔄 Intercambio de información entre agencias
• 🎓 Capacitación bilateral en seguridad y justicia
• 📢 Campañas preventivas sobre consumo de drogas
• 🔫 Acciones para frenar el tráfico de armas desde EE.UU. hacia México.

“No se trata de algo muy novedoso, pero sí incorpora elementos que fortalecen la cooperación sin vulnerar la soberanía”, explicó Sheinbaum.

Seguridad sin intervención.

La presidenta subrayó que México rechazó cualquier propuesta de intervención directa por parte del gobierno estadounidense. “Cada quien actúa en su territorio. Es un marco de respeto mutuo y responsabilidad compartida”, afirmó.

Rubio, quien también visitará Ecuador en su gira regional, llega con una agenda centrada en lo que Washington denomina “amenazas externas”: narcotráfico, migración irregular, déficit comercial y actores malignos extracontinentales.

Migración y cooperación judicial

Además de los temas de seguridad, se espera que Sheinbaum y Rubio aborden la situación de los mexicanos en Estados Unidos, así como el seguimiento a casos judiciales como el de Ismael “El Mayo” Zambada, quien recientemente se declaró culpable en Nueva York.

El encuentro entre Sheinbaum y Rubio marca un momento clave en la diplomacia regional. México busca cooperación sin subordinación, mientras Estados Unidos intenta reforzar su influencia en América Latina. El reto será equilibrar intereses sin ceder soberanía.