México fija postura ante ataque estadounidense a Irán: llama al diálogo y advierte riesgos para connacionales.
Ciudad de México — En medio de la creciente tensión global tras el ataque de Estados Unidos a instalaciones nucleares en Irán, el gobierno mexicano, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), emitió un enérgico llamado a la desescalada inmediata del conflicto y a la reanudación del diálogo diplomático entre las partes.
El pronunciamiento oficial, difundido la mañana del sábado, destaca que México se apega a sus principios constitucionales de no intervención, respeto al derecho internacional y solución pacífica de las controversias. “La restauración de la convivencia pacífica entre los Estados de la región es urgente”, expresó la cancillería en su comunicado.
La declaración surge tras el bombardeo ordenado por el presidente estadounidense Donald Trump a tres centros nucleares iraníes: Isfahán, Natanz y Fordo, siendo este último el más afectado, según reportes internacionales. El ataque ha sido calificado como un “hito estratégico” por parte del gobierno de Israel, mientras que Irán ha advertido sobre “consecuencias catastróficas”.
Protección consular y monitoreo en Medio Oriente
El gobierno mexicano confirmó que embajadas y consulados en Medio Oriente se encuentran en estado de alerta permanente, con personal de guardia atendiendo a ciudadanos mexicanos que viven o se trasladan por la región. “Nuestra prioridad es su integridad, y contamos con protocolos activados para evacuación, orientación y atención consular en caso de emergencia”, indicaron fuentes diplomáticas.
Contexto y riesgos regionales
El ataque estadounidense ha encendido alarmas en múltiples capitales, por el riesgo de que este nuevo episodio desencadene una guerra regional de gran escala. Analistas advierten que los bombardeos, sumados a las represalias anunciadas por Irán, podrían desatar una ola de violencia con efectos en múltiples frentes: económico, migratorio y humanitario.
México, fiel a su tradición diplomática, ha evitado alineamientos automáticos y apuesta por la construcción de un consenso multilateral, al tiempo que vigila con cautela la evolución del conflicto.