Por Redacción

En una jornada marcada por la confusión y la violencia, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un alto el fuego entre Irán e Israel, asegurando que ambas naciones “acudieron a mí, casi simultáneamente, y me dijeron: ‘¡PAZ!’”. Sin embargo, horas después, misiles impactaron en zonas residenciales de Beer Sheva, al sur de Israel, dejando al menos cuatro muertos y varios heridos.

El Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán confirmó el cese de hostilidades, calificándolo como “una derrota para Tel Aviv” y señalando que “se ha impuesto un alto el fuego al enemigo sionista”. No obstante, el canciller iraní, Abbas Araghchi, negó que existiera un acuerdo formal, condicionando la tregua a que Israel detuviera completamente sus ataques antes de las 4:00 a.m., hora de Teherán.

Por su parte, el gobierno israelí no confirmó oficialmente el acuerdo, pero acusó a Irán de violarlo tras el lanzamiento de misiles que destruyeron un edificio de diez pisos en Beer Sheva. El ministro de Defensa, Israel Katz, ordenó una respuesta “contundente” contra objetivos en Teherán.

Trump, por su parte, insistió en su versión: “El mundo y Medio Oriente son los verdaderos GANADORES”, escribió en Truth Social. “Ambas naciones verán un futuro lleno de amor, paz y prosperidad”.

El conflicto, que ya suma doce días, ha dejado decenas de muertos y mantiene en vilo a la región. Mientras tanto, la Casa Blanca continúa en contacto con Jerusalén y Teherán para intentar sostener el frágil cese al fuego.