El próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado al excoronel Ronald Johnson como su propuesta para la Embajada en Ciudad de México.

Johnson, con más de una década de experiencia en las Fuerzas Armadas y 20 años en la CIA, representa un giro hacia políticas de mano dura frente a la crisis migratoria y el combate al tráfico de fentanilo. Anteriormente, Johnson fue representante de Washington en El Salvador, donde trabajó para reducir el impacto de la delincuencia organizada y los flujos migratorios.

Trump afirmó en Truth Social que Johnson trabajará junto a Marco Rubio, su próximo secretario de Estado, para defender los intereses nacionales de Estados Unidos en México. El nombramiento aún debe ser ratificado por el Senado estadounidense, controlado por una mayoría republicana.

Johnson sustituirá a Ken Salazar, nombrado por la Administración de Joe Biden. La presidenta Claudia Sheinbaum declaró que, con este embajador o con otros, México defenderá su soberanía y colaborará en lo necesario, siempre en interés del pueblo mexicano.

Graduado de la Universidad Estatal de Nueva York y maestro por la Universidad Nacional de Inteligencia, Johnson ha vivido seis años en Latinoamérica y habla español. Su trayectoria incluye misiones en Irak y Afganistán, y fue asesor sénior del Comando Sur del Pentágono.

La nominación de Johnson fue sorpresiva, ya que también se consideraban a Kari Lake y Christopher Landau. Trump completa así un equipo dedicado a endurecer la política migratoria y la guerra contra las drogas, nombrando a Tom Homan como “zar de la frontera” y a Kristi Noem como secretaria de Seguridad Nacional.

El nombramiento de Johnson es clave para México, ya que Trump ha amenazado con deportaciones masivas y el cierre de la frontera si el Gobierno de Sheinbaum no controla los flujos migratorios y el tráfico de drogas. Además, Trump planea designar a los carteles del narcotráfico como grupos terroristas, lo que podría permitir intervenciones militares en México.