El 25 de mayo, las fuerzas rusas llevaron a cabo un ataque devastador contra un supermercado en Járkov, una ciudad en el noreste de Ucrania. El resultado fue trágico: 16 personas murieron, incluyendo una menor de edad y su madre, y otras 44 resultaron heridas. Las imágenes capturadas por las cámaras de seguridad muestran a clientes y empleados realizando sus actividades cotidianas cuando, de repente, las instalaciones explotaron y la estructura colapsó.

Pero eso no fue todo. Horas después del ataque al supermercado, las fuerzas rusas lanzaron un segundo ataque en una zona residencial en el centro de Járkov, hiriendo al menos a 25 personas, entre ellas un menor de 14 años. La fiscalía regional ha confirmado estos eventos.

La comunidad internacional no ha permanecido en silencio. Líderes europeos han denunciado las acciones de Moscú. El presidente francés, Emmanuel Macron, compartió su indignación: “Los ataques rusos a un centro comercial en Járkov han causado muchas víctimas, incluyendo niños, mujeres y hombres. Esto es inaceptable. Francia está plenamente movilizada al lado de los ucranianos en su dolor”.

Josep Borrell Fontelles, Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, también condenó el ataque: “Los atroces ataques de Rusia contra la ciudad de Járkov, incluido un centro comercial abarrotado, han matado e herido a civiles. Todos los responsables de estos crímenes de guerra rusos deberán rendir cuentas”.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha pedido más defensa aérea para su país. En palabras reportadas por “The Kyiv Independent”, Zelenski declaró: “Cuando decimos a los líderes mundiales que Ucrania requiere una protección adecuada de defensa aérea, estamos hablando de cómo evitar que los terroristas rusos se acerquen a nuestras fronteras y perpetren tales ataques terroristas”.

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