El consumo de bebidas azucaradas se encuentra relacionado fuertemente con el desarrollo de hígado graso, en especial aquellas que tienen en su formula glucosa, fructosa y jarabe de maíz de alta fructosa, como por ejemplo: refrescos, bebidas deportivas, jugos, tés helados y bebidas energéticas.

El hígado graso es una enfermedad que se puede desarrollar por consumo de alcohol o por la acumulación de grasa debido a una mala alimentación. 1 de cada 5 adultos en México presenta hígado graso.

El CINyS-INSP determino a través de un estudio que:

  • El refresco tiene el primer lugar de consumo entre las bebidas azucaradas.
  • Los adultos con un alto riesgo de desarrollar hígado graso consumen dos tazas más de bebidas azucaradas que aquellos con bajo riesgo.
  • El consumo de fruta solida no esta asociado al hígado graso, pero sí el consumo de jugos naturales.

Sabemos que los malos hábitos no se pueden cambiar de la noche a la mañana, por lo que te recomendamos ir intercalando agua simple con la bebida azucarada que consumes y a la vez disminuir la cantidad de consumo de esta última. Sin embargo, si tu riesgo de hígado graso es alto o ya has sido diagnosticado con este lo mejor es que las evites por completo.

Información por: Jeanette Trillo

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