La leche como producto tiene mucho que ofrecer, incluso es una excelente aliada en el cuidado de las plantas, ya sea como fungicida, como fertilizante o como tratamiento de enfermedades y plagas de ellas.

La buena noticia, es que no es necesario que utilices o tengas que ir a comprar una botella de leche para uso exclusivo de tus plantas, la leche cuya fecha de caducidad ya paso es igualmente útil para uso en ellas, no es igual para el consumo humano.

Algo importante que tomar en cuenta, es que no debes de usar mucha leche, pues podrías provocar obstrucciones en los sistemas de la planta, además de un mal olor por un exceso de lactosa degradada.

I. Leche como fungicida

La leche puede ser usada para controlar los hongos en tus plantas y sin necesidad de recurrir a productos químicos artificiales.

Pasos para la elaboración de un fungicida:

1. En un rociador, vierte 10 partes de agua por 1 parte de leche y mezcla.
2. Cada 2 semanas rocía tus plantas, no se te olvide vigilar la parte inferior de la hoja, así como sus tallos y frutos.
3. En la concentración antes mencionada, te ayudara como un fungicida preventivo, pero si tu planta ya está infectada, debes agregar más concentración de leche y rociarlas por 3 días seguido.

II. Leche como desinfectante de herramientas de jardinería

Podar tus plantas sin desinfectar antes tus herramientas, puede ser peligroso para ellas. Lo mejor será usar el alcohol, pero si no tienes, puedes usar la leche, pues no solo actuará como desinfectante sino como fungicida.

III. Puedes usarla como limpiador de las hojas

Para evitar que tus plantas se llenen de polvo, puedes utilizar para devolver el brillo a las hojas de tus plantas un poco de leche.

Solo tendrás que humedece un paño de algodón en leche y pásalo con cuidado por la superficie de las hojas de tus plantas.

IV. Leche como fertilizante

La leche que ya haya caducado, no la tires, la puedes usar como fertilizante para tus plantas. Sigue estos pasos:

1. Usa una disolución de 1 parte de leche por cada 4 o 5 de agua para que esta penetre bien.
2. Viértela como si fuera el agua de riego.
3. Repite el proceso cada 10 semanas en la época cálida.

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