El café se descubrió en el año 300, en Etiopía, pero fue hasta el siglo XV que se empezó a tostar sus granos para prepararlos como infusión.
De acuerdo con los historiadores, al inicio solo se acostumbraba masticar las hojas o hervirlas, pero realmente fue hasta después del año 1714 que comenzó a cultivarse y hacerse popular su consumo en todo el mundo.
Si el café es súper delicioso, imagina mezclar sus sabor con el de la cajeta, lo que da como resultado una verdadera bebida digna de los dioses, o sea un buen capuchino con cajeta.

Ingredientes:

  • 2 cucharadas de cajeta
  • 1/2 taza de leche
  • 1 shot de café expreso

Preparación:

  1. Vierte la cajeta en el fondo de una taza para capuchino.
  2. Espuma la leche con una espumadera. Viértela con cuidado en la taza.
  3. También con cuidado, vierte por un lado el café sobre la leche para que no se mezclen y se formen las fases.

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