Hablar del arroz rojo, es hablar de uno de los platillos clásicos y más caseros de la gastronomía mexicana. Quizá en el extranjero es más conocido como arroz mexicano, pero no es más que por el hecho de realizarse con productos muy presentes en nuestra comida, lo que es el tomate, la cebolla y el ajo.
Este arroz es muy delicioso y de fácil preparación, aparte de ser muy versátil, pues le puedes agregar diversos ingrediente e igual te quedarán riquísimos. Sirve como acompañante para otros platillos como: chiles rellenos, pollo, tinga, burritos y sin olvidar unos ricos frijoles refritos.
Ingredientes:
• 2 jitomates
• ¼ de cebolla
• 1 diente de ajo
• 1 ¼ tazas de agua
• 1 cubo de consomé de tomate
• 1 taza de arroz blanco de grano largo remojado y enjuagado
• 1 cda de aceite
Preparación:
1. Lava la verdura muy bien, pon agua a calentar y coloca los tomates junto con la cebolla y el ajo. Deja que hierva durante 10 minutos o hasta que estén suaves.
2. Una vez que estén cocidos, pásalos a la licuadora junto con el agua (o si tienes caldo de pollo mucho mejor) y el cubo de consomé de tomate (si has agregado el caldo de pollo, reduce la cantidad de consomé), mezcla todo perfectamente bien. Cuela y reserva.
3. En un sartén, pon a calentar el aceite a fuego medio, ya caliente, vierte el arroz y fríe hasta que esté ligeramente dorado.
4. Ya doradito el arroz, añade el caldo de tomate que has preparado con antelación y baja el fuego para una mejor cocción.
5. Tapa el sartén y deja que el arroz se cocine por aproximadamente entre 15 a 20 minutos, o bien, hasta que todo el líquido se haya evaporado y el arroz esté cocido. Un tip para esto, es que no se destape constantemente.
6. Ya listo, mueve el arroz con un tenedor (esto ayudará a que los granos se separen y se esponjen) y vuelve a tapar.
7. Deja que el arroz repose unos 5 minutos
8. Pasado el tiempo, tu arroz está listo para servirse.
9. Es el momento de disfrutarlo.
