Las personas pueden contagiarse al entrar en contacto con superficies con el virus y luego tocarse los ojos, nariz o boca.
También puede surgir una infección de este virus a través del aire ya que este es transportado en gotas muy pequeñas o en las partículas de polvo.
Otra forma de contagio es también el contacto directo con un ave infectada, ya que estas trasmiten el virus a través de su saliva, mucosas y heces.
Si una persona llega a contagiarse, la enfermedad puede presentarse desde una infección leve de las vías respiratorias (fiebre y tos) hasta una neumonía grave, dificultad para respirar, shock e incluso puede causar la muerte.
Por esto siempre hay que recordar las medidas de higiene básicas contra toda enfermedad viral, como el correcto lavado de manos, el uso del cubrebocas y el evitar tocar el rostro con las manos sucias.
Información por: Jeanette Trillo