Para los amantes de las suculentas les traemos otra nota que no se pueden perder, presta atención a las características y cuidados de la “Madre perla” o “Graptopétalo”, también llamada planta “fantasma” o “cubresuelos”. Es una planta realmente bonita que le dará un toque decorativo realmente interesante a cualquier rincón de tu hogar. Esta planta es originaria de noreste de México, principalmente en el estado de Tamaulipas y del sur de los Estados Unidos, resisten perfectamente bien los fríos. Tiene hojas carnosas que terminan en punta. Son de color verde azulado y tienen forma de roseta. Suele florecer en los meses de primavera, sus flores son pequeñas de color blancas con pétalos triangulares que darán vida a todo tu jardín.



I. Cuidado básicos del Graptopétalo

La Graptopétalo es una planta rústica, por lo que se desarrollará perfectamente en maceta en el balcón o la terraza.

Si la llegas a cultivar en macetas, recuerda elegir una maceta que sea bastante ancha, esto para que le des facilidad de crecer adecuadamente.

a) Riego

Las suculentas son plantas con las que tienes que tener mucho cuidado a la hora de regar, ya que no tolera el exceso de agua porque puede pudrirse. En los meses de verano debes regarla no más de un par de veces a la semana, en tanto que en invierno apenas necesitara agua. Otra recomendación, es que el agua no debe tocar sus hojas.

b) Ubicación y temperatura

Es una planta que se desarrolla a la perfección a pleno sol, el beneficio es que el borde de sus hojas tiende a ponerse ligeramente rosa, pero también se adapta a la semisombra.

La temperatura ideal puede variar entre los 19º y 28ºC, puede soportar temperaturas más elevadas o más bajas, incluso, algunas pequeñas heladas.

Si la temperatura exterior es baja, recuerda llevarla al interior para protegerla de las heladas.

c) Enfermedades

El principal problema de la suculenta es que las raíces pueden pudrirse por el exceso de riego. Una vez que haya encontrado la plaga, puede usar un poco de alcohol para matarla.

d) Reproducción

Cuando las hojas se caigan, podrás guardarlas para cultivar nuevos ejemplares. Para ello, solo necesitas enterrar un poco las hojas y con el tiempo obtendrás una nueva planta idéntica a la original. Además de las hojas, también puedes utilizar los tallos de la planta para hacer esquejes y cultivar nuevas suculentas.

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