Para el Feng Shui, el corazón de una casa suele ser la cocina. En esta práctica milenaria se busca encontrar el equilibrio y atraer las buenas energías.

Es a través de sus principios, que nos dan la clave para decir adiós a algunos malos hábitos que nos impiden conseguir una cocina en equilibrio y más zen. En seguida te damos a conocer 5 malos hábitos que suelen darse en ese lugar.

1. Evita darle la espalda a la puerta

Es una de las malas prácticas a vencer, ya que te puede poner en una situación de desventaja si alguien ingresa a la cocina y sería una situación algo difícil de manejar.

La solución que nos dan, es colocar un espejo en la pared que queda de frente a la puerta, servirá de retrovisor y se podrá tener el control de quien entra y sale de la habitación.

2. Mantén el espacio limpio visualmente

Una de las reglas generales del Feng Shui es mantener el orden en todos los espacios de la casa, incluyendo la cocina.

Lo que se recomienda es evitar el ruido visual, es decir, mantener almacenados todos y cada uno de los utensilios que se tienen, ya sean textiles, sartenes, cucharas de madera, vajillas, vasos, tazas y cubiertos entre otras cosas. Solo los elementos indispensables podrán estar a fuera, pero siempre con un orden.

3. Prefiere cocinas más cálidas

Para el Feng Shui, las cocinas industriales son poco cálidas, son frías y no generan una sensación de familiaridad, son pesadas y muy recargadas. Este tipo de cocinas son más razonables en un restaurant, pues ahí prima la necesidad de almacenar y cocinar grandes cantidades de comida.

Recuerda que la cocina es el corazón de la casa, los alimentos se tienen que preparar con amor, ya sea para consumo propio o el de la familia, es por eso que nos recomienda optar por otras cocinas cálidas.

4. Cuidado con el color negro

El color negro puede ser elegante y hermoso para algunos, pero para el Feng Shui no es un color apto para una cocina, donde debe reinar el equilibrio. Al colocar ese tono en la habitación estancaría la energía.

Prefiere los tonos cálidos como: el beige, el amarillo, algunos tonos del verde, entre otros colores claros.

5. Utensilio que se rompe, utensilio que se tira

Nada estanca más la energía de una cocina que tener utensilios rotos o dañados. Si no puedes repararlos, es mejor que los tires.

Dejar así los utensilios, tendrás siempre la sensación de que hay pendientes que resolver, pero al deshacerte de ellos, sentirás cómo la paz se apodera de tu espacio y te ayudará a sentirte libre y tranquilo.

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