Al igual que la rosa, el clavel es una de las flores más populares en el mundo, a diferencia de la primera, esta tiene la capacidad de mantenerse fresca una vez que se corta. Una de sus características por lo que es apreciada por los amantes de la jardinería, es la diversidad de sus colores.

Su nombre científico es Dianthus, tiene más de 300 especies y las más conocida son: el Dianthus caryophyllus, Dianthus barbatus, Dianthus chinensis o Dianthus alpinus, entre otras.

I. Sus cuidados

El clavel es una de las plantas que es fácil cuidar, por lo que es otra de las características por la que muchos la prefieren para cultivar en sus jardines.

a) Luz

Es una planta que se puede dar fácilmente en el exterior, aun así, hay que tener especial cuidado con su ubicación, de preferencia se le debe de proporcionar luz directa del sol.

b) Temperatura

Es una planta que se le debe de proteger del frío, si la temperatura inferior a -3°C, tendrás que protegerlas. Su clima perfecto es entre 8 y 35°C.

c) Riego

Esta planta demanda mucha agua, por lo que se tendrá que regar cada 3 o 4 veces a la semana en los días de calor, solo procura no encharcarla, ya que esto la dañaría. En el invierno, los riegos deben de ser de 1 o 2 veces a la semana.

d) Sustrato

Procura proporcionarle un sustrato rico en nutrientes y, sobre todo, que tenga un buen drenaje para evitar el encharcamiento de agua.

e) Abono

Para que tus claveles crezcan más sanos, abona una vez a la semana durante los meses de primavera y una vez al mes el resto del año. Para no excederte, lee las instrucciones de uso que están impreso en sus bolsas.

f) Poda

En los meses de primavera, se recomienda que se realice solo una poda de mantenimiento. Puedes cortar los tallos que contengan flor (hazlo por el cuarto o quinto nudo) esto ayudarás a que crezcan nuevos tallos más fuerza. Recuerda emplea unas tijeras de podar bien limpias y desinfectadas.

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