La clavelina tiene su origen en Asia, en la zona del norte de China, en Corea, Mongolia, y en el sudeste de Rusia. Es una especie muy resistente, por lo que tiene una gran capacidad para soportar un amplio rango de temperaturas, es por ello que esta planta se puede encontrar en todo el mundo. Es considerada como planta perenne y se reconocen a simple vista por sus colores y sus característicos pétalos. Es considerada una planta ornamental y la podemos observar en cualquier jardín, pues hace que este se vea mucho más hermoso.
También se le conoce por su nombre científico como Dianthus chinensis o por su nombre más común, clavel chino, es una de las variedades de clavel más extendidas en el mundo. Se puede cultivar sin problema en el exterior, ya sea en terrazas, balcones o jardines, pues necesita de mucho sol (al menos cuatro horas al día). Una de las ventajas de esta planta es que no crece demasiado por lo que no necesita de mucho espacio para cultivarla. 
I. Principales características de la clavelina
Una de sus características principales son sus pétalos. La flor cuenta con cinco pétalos y sus bordes están en zigzag. Suele tener una de las floraciones más largas, que van desde los meses de primavera hasta el otoño.
El tamaño de esta planta es algo reducido a comparación de los demás claveles. Alcanza como máximo los 50 centímetros (aunque su tamaño habitual es de alrededor de 25 a 30 centímetros). Se compone de tallos relativamente finos de los que brotan unas hojas de un color verde suave, acompañadas de unas preciosas flores con un diámetro de unos tres centímetros.
II. Cuidados básicos de las clavelinas
a) Ubicación
Es importante saber donde la colocaras, pues es una planta que requiere recibir los rayos del sol directo, de lo contrario no tendrá un adecuado desarrollo. La clavelina como ya se comentó en un principio, puede cultivarse en el exterior todo el año en climas templados y cálidos. Puede llegar a resiste el frío y las heladas de hasta los -6°C.
b) Riego
En los meses de calor (verano) debes de regarla seguido, en el resto del año debes de espaciar sus riegos, es decir, en los meses cálidos debe de ser diario y en el resto del año cada 3 o 4 día. Evitar los encharcamientos para que no se pudran sus raíces.
c) Abono
Puedes proporcionarle abono a principios de primavera hasta finales del verano o comienzos de otoño. Es recomendable abonarla con un abono líquido para plantas de flor, o bien con guano.
d) Poda
Se recomienda cortar las flores marchitas, así como los tallos que se vayan secando, esto ayudara a que la energía se vaya a sus nuevos brotes. También se aconseja rebajar a comienzos de primavera o en otoño un poco su altura (no más de 5cm) para tener una planta con más tallos.
e) Trasplante
Su trasplante debe de realizarse en primavera, cuando las temperaturas empiezan a subir de los 15ºC. Si se tiene en maceta, habrá que trasplantarla cada 2 a 3 años.
f) Multiplicación
Esta planta se multiplica por semillas, siendo la época ideal en primavera.
g) Plagas
No suele tener plagas, pero pudieran observarse en ella: Pulgones, cochinillas o chupadores. Si ves su presencia puedes quitar a mano o con un cotonete humedecido con alcohol de farmacia.
h) Enfermedades
Si se riega en exceso, puedes ocasionarle la aparición de hongos, especialmente Phytophthora. En el caso de que veas que la planta no crezca o tiene sus hojas amarillas, y un aspecto tristón, hay que tratarla con fungicida y espaciar un poco los riegos, tu iras observando sus necesidades.
