El Ficus Lyrata, es una planta comúnmente conocida como “árbol de lira”, es una planta originaria de las regiones tropicales de África. Su característica principal son sus hojas grandes y brillantes, mismas que se destacan por su aspecto elegante y su capacidad de adaptación, lo cual la convierte en una planta 100% ornamental para casas, apartamentos y oficinas.
Es una planta de rápido crecimiento y que conforme a su desarrollo, va produciendo muchas hojas, esto indica que está sana y crece bien.
Se cree que el Ficus Lyrata puede ser una planta difícil de cuidar, pero lo cierto es que requiere cuidados sencillos.
I. Cuidados que se le deben de dar al “árbol de lira”
a) Temperatura
Recuerda que el ficus es originario de regiones tropicales, por lo que prospera en climas cálidos con una temperatura ideal entre 18°C y 28°C.
b) Humedad
Es planta que prefiere ambientes con muy buena humedad. En días secos y calurosos, se recomienda rociar las hojas con agua para aumentar la humedad y mantener la salud de las hojas.
c) Luz
El ficus requiere de un ambiente que se encuentre bien iluminado, pero no con ello quiera decir que debe estar bajo la luz solar directa, evita que este bajo el sol durante las horas más calurosas del día, ya que podría ocasionar que sus hojas se quemen. Lo mejor proporcionarle una luz indirecta a través de una ventana protegida por cortinas transparentes.
d) Sustrato
Debe tener un buen drenaje para evitar la acumulación de agua en las raíces, lo que puede provocar problemas graves como la pudrición de las raíces.
e) Riego
Como en toda planta, el riego en los meses calurosos debe ser más frecuente, disminuyendo su necesidad de agua en invierno. Se recomienda utilizar agua filtrada o al menos dejar reposar el agua de la llave por un rato para dejar que el cloro se evapore, ya que puede perjudicar a la planta a largo plazo.
f) Fertilización
Expertos señalan que aproximadamente cada tres meses se puede fertilizar a la planta, especialmente durante los meses de crecimiento. Utiliza un fertilizante químico equilibrado N-P-K (nitrógeno-fósforo-potasio) con micronutrientes para garantizar que este tipo de Ficus reciba los nutrientes que son esenciales para su crecimiento.
g) Traspante
Cuando se vaya a trasplantar por primera vez, es importante elegir una maceta con suficiente espacio para beneficiar el crecimiento de las raíces. Se recomienda trasplantar cada uno o dos años o bien, cuando observes que la maceta actual es demasiado pequeña para que la planta siga creciendo adecuadamente.
h) Poda
Se recomienda una poda para mantener la forma de la planta, así como controlar su crecimiento, esto también ayudará a que la planta se vuelva más densa. Elimina las partes dañadas o enfermas.
i) Multiplicación
Elige una rama sana con algunos nudos y hojas, retira las hojas que se encuentren debajo de la rama seleccionada, después planta el esqueje en una maceta con sustrato de una mezcla de tierra vegetal y humus de lombriz, recuerda que este lo suficientemente húmedo.
j) Plagas y Enfermedades
• Cochinillas: estos insectos chupan la savia de la planta, lo que puede hacer que se formen manchas blancas y pegajosas en las hojas. Procura limpiar las hojas con un isopo o algodón y alcohol isopropílico.
• Ácaros: son insectos que a simple vista no suelen verse, pero sí los daños que pueden causar a la hoja, ya sea decolorándola y secándola.
• Hongos: se originan por falta de circulación de aire y el exceso de humedad, provocando manchas marrones en las hojas o pudrición de las raíces.