Es probable que por tradición y porque así lo viste en casa cuando eras pequeño, procures lavar la carne y el pollo antes de cocinar. En estudios realizados por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), se recomienda no hacerlo, pues propaga más rápidamente las bacterias sobre las superficies que estén cerca.

Lo que se recomienda es que, inmediatamente que saques la carne o el pollo del empaque, deben de ser cocinados a altas temperaturas para que se eliminen los gérmenes y una vez que hayas manipulado las proteínas, es necesario que te laves la mano, no quieras contaminar utensilios, superficies u otros alimentos.

Ahora, si aún con todo lo explicado anteriormente no te convence, aquí nos dan tips para tomar en cuente antes de lavarlas:

1. No laves directamente la carne sobre el fregadero, procura hacerlo en un recipiente grande.
2. Este recipiente, exclusivamente debe de ser usado para lavar las proteínas antes mencionadas.
3. Vierte poco a poco agua y enjuaga con cuidado para que no salpique mucho.
4. Para retirar el exceso de agua, solo utiliza papel absorbente, esto para no contaminar otra área de la cocina. Recuerda no tocar nada con las manos sucias.
5. Una vez que hayas dejado de manipular la carne, lava tus manos con agua caliente.
6. Y por último, asegúrate cambiar los trapos y esponjas de la cocina de una manera regular.

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