El cantante Alejandro Sanz ha sido señalado públicamente por abuso de poder y manipulación emocional por Ivet Playà, una joven fan catalana. A través de un video compartido en redes sociales, la mujer narró la compleja relación que sostuvo con el artista, a quien admiraba profundamente desde su adolescencia. Según su testimonio, lo que inició como una conexión virtual con su ídolo se transformó en una experiencia traumática y emocionalmente destructiva.

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Playà explicó que el vínculo con Sanz comenzó cuando ella tenía 18 años y él 49. El cantante, asegura, la contactó mediante redes sociales, interactuaba con sus publicaciones y llegó a compartir contenido suyo en sus propias plataformas. Su deseo de mantenerse cerca del artista la llevó a asistir a diez conciertos en apenas mes y medio. Tiempo después, ambos se encontraron en privado y, según ella, iniciaron una relación íntima: “Jugó con mis sueños, con mi ilusión”, declaró.

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Ya con 22 años, Ivet se mudó a Madrid para trabajar con Sanz en el programa La Voz, por solicitud del propio cantante. Fue entonces cuando, asegura, comenzó “una de las etapas más oscuras” de su vida. Mencionó que sus conversaciones privadas eran espiadas y que se sintió humillada, utilizada y vulnerada. Añadió que Sanz “traspasó los límites morales y humanos” y calificó su experiencia como “una pesadilla”.

La joven hizo referencia a una entrevista reciente donde el cantante admitió ser “peligroso” y reconoció que “se lleva a gente por delante”. Para ella, estas declaraciones no son una advertencia, sino la confirmación de lo que vivió. “A mí Alejandro Sanz me ha llevado por delante”, sentenció. Finalmente, Ivet señaló que no existió ningún contrato de confidencialidad y que se siente moralmente obligada a contar su historia: “La verdad, tarde o temprano, sale a la luz”.