La nueva serie de Netflix, Nadie quiere esto, ha capturado rápidamente la atención del público, colocándose entre las más vistas de la plataforma. Protagonizada por Kristen Bell y Adam Brody, esta comedia romántica narra la historia de Joanne, una podcaster agnóstica, y Noah, un rabino que acaba de salir de una larga relación. Los personajes enfrentan desafíos al intentar conciliar sus mundos tan distintos, lidiando con inseguridades y familiares que, en ocasiones, complican su relación.

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La trama está inspirada en la historia real de Erin Foster y su esposo Simon Tikhman, quienes provienen de orígenes diferentes. Foster, creadora de la serie, decidió rendir homenaje a su propia experiencia matrimonial y su conversión al judaísmo antes de casarse en 2019. La serie refleja situaciones de la vida real, como el momento en que Simon conoció a los padres de Erin, un episodio que se recrea en la serie con un toque cómico, mostrando la mezcla entre ficción y realidad.

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Aunque muchos de los personajes secundarios no están basados en personas reales, Erin Foster quiso retratar los desafíos que enfrentan las parejas maduras en la actualidad, explorando temas como las diferencias culturales y la vulnerabilidad en las relaciones. La serie pretende ofrecer una visión más madura y realista del amor, sin perder el humor y la frescura que caracteriza a las comedias románticas.