La serie Andor, protagonizada por el mexicano Diego Luna, concluyó su segunda temporada con una recepción extraordinaria, alcanzando puntajes superiores a 9.5 en IMDB. Esta historia, situada justo antes de los eventos de Rogue One, logró conectar emocional y narrativamente con la aclamada película, reafirmando su lugar como una de las producciones más potentes del universo de Star Wars. La dirección de Alonso Ruizpalacios dio forma a un cierre poético y cargado de simbolismo, consolidando el legado del personaje de Cassian Andor.

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Esta última entrega, dividida en cuatro arcos temporales, expuso el crecimiento del personaje principal, desde su escepticismo hasta su compromiso absoluto con la rebelión. Capítulos como “Quién eres tú” y “Bienvenido a la Rebelión” marcaron momentos cruciales en la narrativa y en la puntuación del público, logrando cifras históricas para una serie del universo galáctico. El episodio final, “Jedha, Kyber, Erso”, dirigido por Ruizpalacios, entregó un desenlace emotivo que enlaza directamente con Rogue One.

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El desenlace no solo cerró la travesía de Cassian, sino que también dejó escenas memorables como la de Bix sosteniendo a su hijo en un planeta lejano, evocando el sacrificio que define a la rebelión. Con esta producción, Diego Luna y el equipo creativo lograron que Andor se colocara como una de las mejores historias jamás contadas en Star Wars, sin necesidad de una tercera temporada, pero con un legado imborrable.