Anna Sorokin, conocida como Anna Delvey, es famosa por haber engañado a la élite de Nueva York haciéndose pasar por una rica heredera alemana. Ahora, en un giro inesperado, participará en “Dancing with the Stars”, mientras cumple arresto domiciliario con una tobillera electrónica. Esta oportunidad ha generado un fuerte debate ético, pues algunos consideran inapropiado que una criminal convicta aproveche su notoriedad para impulsar su imagen pública.

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Delvey, nacida en Rusia, se infiltró en los círculos de poder de Nueva York entre 2013 y 2017, haciéndose pasar por una heredera con grandes fondos en Europa. Convenció a empresarios y bancos de prestarle miles de dólares, y su vida de lujo fue financiada a través de engaños y promesas vacías. Finalmente, fue arrestada en 2017 y condenada por múltiples cargos de fraude financiero. Tras cumplir parte de su sentencia, fue liberada en 2021, solo para ser detenida de nuevo por violar los términos de su visa.

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La participación de Delvey en un programa tan popular como “Dancing with the Stars” ha dividido opiniones. Para algunos, es un ejemplo más de cómo la fama, aunque basada en actos delictivos, puede ser explotada para obtener beneficios. Otros consideran que esta es una oportunidad para que Delvey muestre una versión más redimida de sí misma. Lo cierto es que su habilidad para mantenerse en el ojo público no ha desaparecido, y el mundo seguirá observando su próximo movimiento.