Ariana Grande enfrentó desafíos significativos al alcanzar la fama a una edad temprana. Convertirse en una estrella del pop a los 19 años fue una experiencia abrumadora para la cantante, quien reveló que necesitó “tiempo y terapia” para lidiar con la presión y el impacto emocional de su repentina notoriedad. A medida que crecía en el ojo público, la transición de su carrera de actriz infantil en Nickelodeon a ícono musical trajo consigo una serie de desafíos personales y profesionales.

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Grande comenzó su carrera en la televisión con papeles en series como Victorious y Sam and Cat antes de lanzar su carrera musical. Reflejando sobre esos años, la artista ha admitido que enfrentó dificultades para valorar su trabajo y disfrutar plenamente de sus logros. El proceso de adaptación fue complicado, y la fama a tan corta edad intensificó sus luchas internas, llevándola a buscar ayuda profesional.

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En una reciente entrevista en el programa Hot Ones, Grande compartió que su relación con su música ha cambiado con el tiempo. “Hubo un período en que me era difícil sentir gratitud por ciertas canciones,” dijo. Sin embargo, con el tiempo y el apoyo terapéutico, ha aprendido a apreciar su trabajo y a sentirse orgullosa de él. La cantante ahora puede mirar atrás con una perspectiva más positiva y considera sus canciones emocionales como logros significativos en su carrera.