El Palacio de Kensington anunció que será el príncipe William quien representará a la realeza británica en el funeral del Papa Francisco, programado para este sábado en el Vaticano. Esta noticia ha causado cierto revuelo, sobre todo considerando que el rey Carlos III y la reina Camila tuvieron una reunión reciente con el pontífice días antes de su fallecimiento.

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A pesar de lo que podría parecer una ausencia inesperada por parte del monarca, la decisión sigue una costumbre histórica dentro de la familia real británica. Así como en 2005 la reina Isabel II envió al entonces príncipe Carlos al funeral del Papa Juan Pablo II, ahora es el heredero al trono quien cumple este rol en nombre de su padre.

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La presencia de William en este acto fúnebre tiene un peso diplomático importante, reflejando no solo el respeto hacia el líder católico, sino también el papel cada vez más activo que el príncipe desempeña en la escena internacional. Esta decisión refuerza su imagen como figura clave del futuro de la monarquía británica.