Justin Bieber volvió a generar preocupación tras aparecer en videos virales donde exhibe un comportamiento errático durante el segundo fin de semana de Coachella 2025. En las imágenes se le ve con el torso desnudo, bailando de forma descoordinada y con la mirada perdida, lo que desató especulaciones sobre el consumo de sustancias. La presencia de su hermano Jaxon, de solo 15 años, en medio de este comportamiento, encendió aún más las alarmas. Varios asistentes al festival comentaron que el cantante parecía “desconectado” y lucía con una apariencia descuidada, lo que ha reavivado las dudas sobre su estabilidad emocional.

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Estas señales se suman a una serie de preocupaciones previas que fans y medios han expresado sobre la salud mental de Bieber. Un excolaborador afirmó en declaraciones anónimas a The Hollywood Reporter que el artista está “perdido” y carece de límites claros en su entorno. Además, su esposa, Hailey Bieber, estaría profundamente afectada por la situación, según fuentes cercanas a la pareja. A pesar de su preocupación, ella intenta mantener un ambiente sano para su hijo Jack Blues Bieber, de apenas siete meses.

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En un intento por responder a las críticas, el intérprete de “Boyfriend” recurrió a su fe cristiana. A través de redes sociales, publicó mensajes reflexivos en los que afirma que, pese a sus defectos, dios lo sigue utilizando como instrumento para cumplir un propósito. “Hoy elijo permitir que el amor y la gracia de Dios formen mi día”, escribió. No obstante, sus publicaciones no han calmado las inquietudes de quienes, desde hace tiempo, observan con atención las señales de agotamiento emocional, episodios de ira y conductas impulsivas del cantante canadiense. Las reacciones siguen creciendo, y muchos se preguntan si esta es solo la punta del iceberg de un problema más profundo.