La empresaria Kim Kardashian encendió una oleada de críticas tras mostrar en Instagram la decoración navideña de su mansión: un pasillo convertido en un “bosque nevado”, repleto de árboles iluminados y cubiertos de nieve artificial. Aunque ella presumió que el ambiente “olía y se sentía increíble”, muchos usuarios consideraron la puesta en escena como un despliegue excesivo y alejado del día a día de la mayoría de las personas.

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Lo que buscaba ser un detalle festivo terminó generando debate. Decenas de internautas calificaron la decoración como “innecesaria” y de “mal gusto”, señalando que, en momentos de dificultades económicas, la magnitud del montaje mostraba una evidente desconexión con la realidad. Comentarios como “¿cuántos árboles se necesitan?” o “el consumo excesivo se ve fatal” se viralizaron entre quienes cuestionaron el gasto y la ostentación de la celebridad.

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Las críticas hacia Kardashian no son nuevas, pues su hogar ha sido tema de conversación constante. Su mansión, diseñada con un estilo minimalista de tonos neutros y amplios espacios vacíos, ha dividido opiniones: mientras algunos destacan la serenidad del diseño, otros lo consideran frío y poco acogedor. Incluso su hija North ha expresado abiertamente que la estética completamente blanca le parece “fea”, reflejando cómo la propuesta visual del hogar sigue generando controversia dentro y fuera de la familia.