Bruce Willis, a sus 70 años, atraviesa un momento complejo debido al avance de la demencia frontotemporal que le fue diagnosticada. Su esposa, Emma Heming Willis, reveló que la familia tomó la dolorosa decisión de trasladarlo a una segunda residencia cercana al hogar principal, donde recibe atención especializada las 24 horas. El objetivo, explicó, es resguardar tanto el bienestar del actor como el de sus hijas menores, Mabel y Evelyn, quienes mantienen una rutina constante de visitas para compartir con su padre momentos sencillos de la vida cotidiana.

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La separación de hogares no fue sencilla. Heming, de 47 años, aseguró que optó por priorizar un entorno adecuado para sus hijas, convencida de que era lo que el propio Bruce hubiera deseado. En entrevista con Diane Sawyer para ABC, reconoció que fue “la decisión más difícil” que ha tomado, pero necesaria para equilibrar los cuidados permanentes del actor con la estabilidad de su familia. La ubicación de la nueva residencia no se ha revelado, aunque se sabe que permite mantener cercanía y visitas frecuentes.

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Sobre el estado actual del actor, Heming explicó que, pese al deterioro neurológico, Willis conserva buena condición física y movilidad. Sin embargo, su lenguaje se ha visto gravemente afectado, lo que ha llevado a la familia a desarrollar nuevas formas de comunicación. “Tenemos una manera distinta de conectarnos con él”, señaló. Aunque los episodios de memoria y expresión son cada vez más limitados, su esposa destacó que aún existen momentos de lucidez y ternura que les devuelven por instantes al hombre afectuoso y carismático que siempre fue.