Después de 37 años de incertidumbre, uno de los símbolos más representativos del legado de Jim Morrison ha sido hallado por sorpresa. Se trata del busto esculpido por el artista croata Mladen Mikulin que adornaba su tumba en el cementerio Père Lachaise de París. Esta pieza fue robada en 1988 y desde entonces su paradero era un completo enigma para fanáticos y autoridades. El descubrimiento fue posible gracias a una operación policial ajena al caso, generando un renovado interés por el ícono de The Doors.

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Jim Morrison, fallecido el 3 de julio de 1971 en la capital francesa a los 27 años, sigue siendo un símbolo cultural para generaciones enteras. Su tumba se convirtió con el tiempo en un lugar de peregrinación para amantes del rock de todo el mundo. El busto conmemorativo instalado en 1981 fue sustraído apenas siete años después, dejando un vacío en el homenaje físico al “Rey Lagarto”. A pesar de diversas campañas por recuperarlo, la pieza permanecía perdida… hasta ahora.

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El hallazgo ocurrió durante una redada relacionada con una investigación por fraude, donde las autoridades francesas dieron con la escultura. Aunque dañada —sin nariz y cubierta con pintadas de admiradores—, el busto conserva su carga simbólica. La policía compartió una imagen de la pieza recuperada en redes sociales, provocando un aluvión de reacciones. Este hallazgo coincide con el reciente anuncio del Ayuntamiento de París de nombrar una pasarela cercana a la plaza de la Bastilla en honor al cantante, confirmando que la leyenda de Morrison sigue más viva que nunca.