La serie And Just Like That llegó a su fin después de tres temporadas, dejando a Carrie Bradshaw, interpretada por Sarah Jessica Parker, en un cierre que retoma el mensaje central de Sex and the City: la importancia de la relación con uno mismo. En el último episodio, transmitido el 14 de agosto en HBO Max, la protagonista aparece sola en su departamento escribiendo: “La mujer se dio cuenta de que no estaba sola — estaba consigo misma”, mientras suena la icónica música de la serie original.

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El creador de la franquicia, Michael Patrick King, explicó que este desenlace fue concebido como un eco del final de 2004, cuando Carrie afirmaba que la relación más significativa era la que se tenía con uno mismo. A diferencia de aquella vez, en que la escena concluía con una llamada de Mr. Big, esta vez la historia se enfoca en la fortaleza del personaje para sostener esa idea sin depender de nadie más. Según King, la decisión de concluir el proyecto no obedeció a presiones externas, sino a la convicción creativa de que el arco narrativo había llegado a su punto final.

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El episodio mostró además la despedida de otros personajes, como Miranda, Charlotte, Seema y Lisa, quienes quedaron con futuros abiertos, lejos de las fórmulas tradicionales de “final feliz”. Carrie, por su parte, cenó sola en un restaurante dirigido por robots y terminó bailando en un gesto de libertad. La actriz Sarah Jessica Parker se despidió con un emotivo mensaje en redes, destacando que Carrie marcó 27 años de su carrera. Con ello, la producción cerró un ciclo televisivo que reafirma que la verdadera plenitud puede encontrarse en la autonomía personal.