El rapero Sean “Diddy” Combs cumplió 55 años el pasado 4 de noviembre, un festejo que tuvo que realizar entre los muros del Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn. Este año, lejos de los lujos y fiestas a los que estaba acostumbrado, Diddy celebró en prisión, donde enfrenta cargos de abuso y tráfico sexual. A diferencia de su espectacular cumpleaños número 50 en 2019, cuando organizó una fiesta en su mansión de Beverly Hills con estrellas como Beyoncé y Jay-Z, esta vez el rapero disfrutó una celebración modesta, aunque con algunos platillos especiales.

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A lo largo del día, Diddy tuvo acceso a un menú distinto al habitual, establecido como parte de una concesión de la Agencia Federal de Prisiones. En su desayuno, disfrutó de fruta, avena, pan integral y una rebanada de pastel; para el almuerzo, se le ofrecieron opciones como tacos de pollo, pizza de queso y chili, mientras que la cena incluyó pavo asado y guarniciones como arroz y frijoles. Además, si contaba con fondos en su cuenta del economato, podía comprar un postre extra, como Nutella o una barra de Snickers. Sin embargo, según su abogado, Marc Agnifilo, el ajuste a la comida carcelaria ha sido un reto significativo para el productor.

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Agnifilo ha solicitado en repetidas ocasiones un arraigo domiciliario para Combs, pero la justicia ha negado estas peticiones debido a la gravedad de los cargos y al riesgo de fuga que representa. Si es hallado culpable en su juicio, previsto para el 5 de mayo de 2025, el rapero podría enfrentar una sentencia de cadena perpetua.