Sean ‘Diddy’ Combs fue recibido con una ovación de pie por parte de otros reclusos en la cárcel federal de Brooklyn, luego de ser absuelto de los cargos más graves en su contra: tráfico sexual y conspiración para cometer crimen organizado, los cuales habrían significado cadena perpetua. La escena fue descrita como un momento emotivo y simbólico por sus abogados, quienes destacaron que para muchos internos afroamericanos, la victoria legal del rapero representa una luz de esperanza frente al sistema judicial.

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Pese a este giro favorable, Combs permanece detenido tras ser hallado culpable de delitos federales vinculados a prostitución, lo que podría derivar en una pena de hasta 10 años. Su defensa legal subrayó que ya ha cumplido cerca de 10 meses, los cuales deberán ser tomados en cuenta al momento de dictar sentencia. El regreso de Diddy a prisión no fue visto como una derrota, sino como un gesto poderoso para quienes presenciaron cómo un hombre enfrentó y superó parcialmente al gobierno federal en un caso de alta exposición mediática.

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El proceso judicial cobró notoriedad desde los allanamientos realizados en marzo de 2024 en sus residencias de Los Ángeles y Miami. Aunque en ese entonces se anticipaban acusaciones más severas, el veredicto final lo eximió de los delitos más comprometedores. Aun así, el juez rechazó la solicitud de fianza, alegando riesgo de fuga. Sean ‘Diddy’ Combs, a sus 55 años, asume su papel como una figura de resistencia dentro del sistema carcelario, en medio de una batalla legal que aún no ha terminado.