La tensión entre dos de las compañías más influyentes del entretenimiento digital llegó a los tribunales. Disney ha presentado una demanda contra YouTube en el Tribunal Superior de Los Ángeles, argumentando que la plataforma de videos habría incurrido en prácticas de “interferencia ilícita” al contratar a Justin Connolly, un alto ejecutivo que recientemente lideraba Disney Platform Distribution. Según la querella, Connolly firmó un contrato que lo comprometía con Disney hasta 2027, pero su cambio repentino de empresa sin un proceso formal de rescisión encendió las alarmas legales.

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De acuerdo con el equipo legal de Disney, la contratación representa un riesgo significativo, ya que Connolly tenía acceso a información estratégica y confidencial sobre las negociaciones de licencias, incluidas aquellas con la propia YouTube. En su rol, Connolly no solo manejaba acuerdos de distribución, sino también detalles financieros cruciales y tácticas de negociación que, según la demanda, podrían ser utilizadas en beneficio de su nuevo empleador, generando un conflicto de interés y una posible violación de secretos comerciales.

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El conflicto surgió en un momento clave para Disney, justo cuando se encuentra en negociaciones para renovar su acuerdo de licencia con YouTube. La empresa sostiene que la oferta al ejecutivo llegó sin previo aviso en abril, lo cual agravó la situación, ya que Connolly lideraba precisamente ese proceso. La demanda busca bloquear formalmente su contratación por parte de YouTube y resguardar así la integridad de las operaciones comerciales de Disney en un entorno cada vez más competitivo.