Dueña de la casa de ‘Sex and the City’ busca recuperar su privacidad
La famosa casa de Carrie Bradshaw, ubicada en Perry Street, Nueva York, ha sido un imán para fanáticos de la serie Sex and the City durante décadas. Sin embargo, su propietaria, Barbara Lorber, está harta del constante flujo de turistas que interrumpen su vida diaria. Desde su aparición en la serie en 1998, la residencia se convirtió en una parada obligatoria para visitantes, quienes se congregan frente a la icónica escalinata para tomar fotos, grabar videos y recrear escenas. “A cualquier hora hay gente frente a mi casa, haciendo ruido o usando flash para sus fotos”, explicó Lorber en una carta dirigida a las autoridades.
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Para recuperar su tranquilidad, Lorber ha tomado medidas como colocar cadenas, carteles que advierten “propiedad privada” e incluso sugerencias para que quienes se fotografíen hagan donaciones a refugios de animales. Sin embargo, estas acciones no han sido suficientes. Según la dueña, algunos visitantes saltan las cadenas, se sientan en las escaleras e incluso intentan mirar por las ventanas. Ante esto, decidió solicitar permiso para instalar una verja metálica con el fin de proteger su hogar y a las tres familias que habitan en el edificio.
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El fenómeno no se detiene ni en invierno, pues turistas como Angela Guerra, de Texas, justifican la atracción de la casa y ven la verja como una solución razonable. A pesar de las molestias, Lorber reconoce que nadie imaginó que la serie se convertiría en un símbolo de Nueva York. En un gesto nostálgico, recordó cómo accedió a que su casa fuera usada en las grabaciones porque el joven encargado de localizaciones le confesó que perdería su primer trabajo si no conseguía ese lugar. Hoy, sin embargo, busca recuperar algo que para ella ya es un lujo: la paz.
