Desde su estreno, El Juego del Calamar se convirtió en un fenómeno global, cautivando a millones y consolidándose como la serie más vista de Netflix en su primera semana. Con 142 millones de espectadores en 94 países, la obra de Hwang Dong-hyuk marcó un antes y un después en la cultura popular. Este éxito avasallador no solo llevó a la creación de una segunda temporada, sino también a la implementación de un hermetismo absoluto para mantener la intriga intacta.

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El equipo detrás de la nueva entrega enfrentó la titánica tarea de preservar en secreto cada detalle del rodaje. Lee Jung-jae, quien interpreta al protagonista Seong Gi-hun, confesó que mantener la trama bajo llave era crucial para replicar el factor sorpresa que definió a la primera temporada. Junto a Lee Byung-hun y Wi Ha-joon, los actores se enfrentaron a la presión constante de fanáticos y medios, ansiosos por desentrañar pistas sobre los nuevos episodios.

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A pesar de las especulaciones de los seguidores, Byung-hun aseguró que ninguna teoría llegó a acercarse a los giros reales que Hwang Dong-hyuk planeó. Este esfuerzo conjunto no solo preservó la esencia de la serie, sino que también prometió elevar la narrativa a nuevas alturas. “Hemos trabajado con total dedicación para superar las expectativas de los fans”, destacó Wi Ha-joon, subrayando la importancia de mantener la sorpresa y el impacto emocional que hicieron de El Juego del Calamar un éxito mundial.