Kendrick Lamar deslumbró en el show de medio tiempo del Super Bowl 2025 con una puesta en escena cargada de simbolismo y declaraciones contundentes. En el Caesars Superdome de Nueva Orleans, el rapero presentó un espectáculo donde abordó temas de identidad, resistencia y presión mediática, dejando un mensaje claro sobre la lucha por la autenticidad. En un momento clave, pronunció la frase: “La revolución está a punto de ser televisada”, pero luego matizó con “Escogieron el momento adecuado, pero al tipo equivocado”, marcando distancia de la imagen de líder político que se le ha atribuido.

Tambien te puede interesar: Karla Sofía Gascón guarda silencio por ‘Emilia Pérez’

Uno de los elementos más llamativos del show fue el escenario, diseñado por el propio Lamar para simular un mando de PlayStation, reflejando su visión de la vida como un videojuego. Además, Samuel L. Jackson, caracterizado como Tío Sam, apareció en varias ocasiones, reforzando la narrativa del “gran juego estadounidense” dentro del espectáculo. En otro guiño a su trayectoria, el rapero incluyó un Buick GNX, un auto icónico en su carrera, que tuvo que ser modificado para que los bailarines emergieran de él al estilo de los espectáculos clásicos.

Tambien te puede interesar: Kendrick Lamar en el Super Bowl: un show sin cobrar

El show también estuvo marcado por un fuerte contenido político y referencias a su disputa con Drake. Durante su actuación, los bailarines, vestidos con colores rojo, blanco y azul, evocaron tanto la bandera estadounidense como las pandillas de Los Ángeles, cerrando con un saludo de poder negro. La controversia se intensificó cuando un miembro del elenco desplegó una bandera en apoyo a Gaza y Sudán antes de ser retirado por seguridad. Finalmente, en un momento cargado de tensión, Lamar interpretó “Not Like Us”, tema dirigido a Drake, desatando la euforia del público, especialmente con la aparición sorpresa de Serena Williams, exnovia del mencionado rapero, añadiendo un nuevo capítulo a esta rivalidad en el hip-hop.