Elvis Presley cumple 46 años de fallecido
Un día como hoy 16 de agosto pero de 1977, a las 15:30 horas falleció Elvis Presley de un infarto de corazón, su novia Ginger Alden lo encontró muerto, boca abajo, en el suelo del baño de la habitación principal.
Durante un lapso de media hora, el equipo médico de la ambulancia que respondió a la llamada de Urgencias luchó por revivirlo, sin lograr resultados positivos. El cadáver del intérprete fue transportado al Baptist Memorial Hospital en Memphis, donde un grupo de diez facultativos llevó a cabo el procedimiento de autopsia. El análisis post mortem se perforó durante un período de cuatro horas. Uno de los especialistas forenses involucrados fue Jerry T. Francisco, la misma persona que previamente había realizado la autopsia de Martin Luther King Jr.
A las 19.30 horas de ese 16 de agosto de 1977, apareció una serie de rumores acerca del fallecimiento del cantante a los 42 años: ¿Había sido una sobredosis de sustancias ilícitas? ¿Un homicidio? ¿Acaso su médico personal le había suministrado medicamentos de manera poco ética? Surgieron también especulaciones en torno a si realmente la persona que ingresó en la morgue del Baptist Memorial era Elvis, algo sobre lo que tanto Bob Dylan como Andrés Calamaro han expresado sus propias teorías. Desde entonces, la autopsia de Elvis Presley se ha convertido en el epicentro de una intensa controversia pública, similar a lo acontecido con el caso de la autopsia de Marilyn Monroe. En el imaginario colectivo, el doctor George Nichopoulos, conocido popularmente como doctor Nick y médico personal de Elvis Presley, se ha mantenido como el principal sospechoso. Se dio cita en el Baptist Memorial cuando ya había iniciado el proceso de autopsia.
Durante la temporada primaveral de 1981, Nichopoulos enfrentó cargos de homicidio formal y descubrió claramente la representación legal de James Neal, un abogado de Tennessee reconocido por su participación en el enjuiciamiento de Richard Nixon en el escándalo Watergate. En el mes de octubre de ese mismo año, se llevó a cabo el proceso judicial en el cual el doctor Nick fue absuelto de los cargos de homicidio. Sin embargo, la junta médica de Tennessee emitió un veredicto condenatorio por su conducta poco ética en la prescripción de medicamentos, no solo hacia él, sino también hacia otros de sus pacientes, incluido Jerry Lee Lewis.
En aquel juicio, se llevó a cabo la revisión más exhaustiva registrada hasta el momento, tanto de la autopsia como de los medicamentos que le habían sido prescritos al vocalista a lo largo de la década previa al 16 de agosto. Esto se debió a que Elvis estaba en tratamiento por problemas de hipertensión y una extensa lista de afectos cardíacos. La autopsia reveló que en el momento de su fallecimiento, el corazón de Elvis presentó un tamaño el doble de lo normal (530 gramos), además de exhibir “una arteriosclerosis notable en sus arterias coronarias, aorta y vasos cerebrales”. También se constató la presencia de una deficiencia de antitripsina, una condición genética poco común asociada al enfisema. Un análisis microscópico de sus pulmones puso de manifiesto “una inusual infiltración linfoide intersticial, particularmente debajo del epitelio de los bronquios”.
Durante la autopsia, los examinadores apreciaron que Elvis padecía “hipogammaglobulinemia”, un trastorno que afecta al sistema inmunológico del organismo.
En el juicio celebrado en octubre de 1981, severamente en el historial médico de anomalías multiorgánicas a lo largo de una década, se llegó a la conclusión de que Elvis sufría de un trastorno autoinmune inflamatorio. En los registros de Nichopoulos, se encontraron análisis que indicaban que antes de su fallecimiento, Elvis presentaba eosinofilia y un aumento en los niveles de proteína C reactiva (PCR).