La quinta temporada de Emily en París ya está disponible en Netflix y marca un punto clave en la evolución personal de Emily Cooper. En esta entrega, la protagonista enfrenta nuevos retos laborales desde Italia, al tiempo que replantea sus decisiones sentimentales y profesionales. Su paso por Roma no solo amplía su experiencia, también la empuja a entender qué lugar ocupa realmente en su vida.

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La historia avanza con el romance entre Emily y Marcello, que termina abruptamente tras revelarse la venta de la empresa familiar de él. Luego de la ruptura, Emily regresa a París para enfocarse en su carrera, mientras Gabriel acepta un trabajo como chef en un yate y deja la ciudad. Sin embargo, un inesperado mensaje reabre la posibilidad de un reencuentro, dejando el cierre de la temporada envuelto en incertidumbre emocional.

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En entrevista, Darren Star explicó que esta temporada fue decisiva para que Emily reconociera que París es su verdadero hogar, priorizando su vida y su trabajo por encima de una relación romántica. Para el creador, el viaje por Italia funciona como un proceso de autodescubrimiento que coloca a la protagonista en el momento exacto para definir qué quiere y hacia dónde va.

Además del arco emocional, la serie destacó por sus locaciones en Roma y Venecia, ciudades que representaron un desafío técnico para la producción. Star señaló que filmar en canales, botes y callejones estrechos requirió logística e ingenio, pero permitió capturar la belleza onírica de Venecia. Aunque Netflix aún no confirma una sexta temporada, el creador se mostró optimista sobre la continuidad de una historia que considera universal y transformadora.