La confirmación de Bad Bunny como protagonista del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LX, que se celebrará el 8 de febrero de 2026 en el Levi’s Stadium de California, ha generado una ola de reacciones encontradas. Mientras miles celebran que el artista puertorriqueño se convierta en el primer latino masculino en encabezar el show más visto del año, otros exigen su cancelación por considerar que el evento debería mantener un estilo “más tradicional”.

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Una petición publicada en Change.org ha reunido más de 50 mil firmas para sustituir al intérprete de “Tití Me Preguntó” por el cantante de country George Strait, de 73 años, apodado el “Rey de la Música Country”. Los impulsores de la propuesta argumentan que el espectáculo ha perdido sus raíces estadounidenses al inclinarse hacia el pop moderno e internacional, por lo que piden a la NFL reconsiderar la elección.

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A pesar de las críticas, diversas figuras han salido en defensa del reguetonero. Shakira celebró la decisión de la liga y aseguró que la participación de Bad Bunny representa el avance y la universalidad de la música en español. Por su parte, Jennifer Lopez destacó que su talento “trasciende el idioma” y que “dejará al público boquiabierto”. En contraste, Donald Trump calificó su elección como “ridícula”, afirmando que el Super Bowl “parece un circo importado”.

Frente a la controversia, Bad Bunny respondió con humor durante su aparición en Saturday Night Live, asegurando que su presentación será “una victoria para todos los latinos en el mundo”. El cantante reafirmó que su presencia en el escenario más grande del planeta demuestra que “la huella latina en Estados Unidos es imborrable”.