Michael Newman, conocido por su papel como Mike “Newmie” Newman en la icónica serie Guardianes de la Bahía, falleció a los 68 años debido a complicaciones cardíacas. Newman, quien en la vida real fue salvavidas, se convirtió en una figura clave en la serie por su experiencia en rescates acuáticos. Su amigo, el director Matt Felker, confirmó que murió rodeado de sus seres queridos. El actor fue diagnosticado con Parkinson en 2006 y convivió con la enfermedad durante 18 años.

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Newman fue el único miembro del elenco de Baywatch que realmente había sido salvavidas, lo que le permitió conservar su nombre real en la serie. Apareció en 150 episodios a lo largo de diez temporadas, superando a la mayoría de sus compañeros de reparto. Aunque comenzó como doble de acción y asesor, su habilidad y dedicación le ganaron un lugar destacado en la serie. Fuera de la pantalla, trabajó como bombero hasta su retiro tras 25 años de servicio.

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El diagnóstico de Parkinson cambió radicalmente la vida de Newman. A pesar de sus síntomas, que inicialmente pasaron desapercibidos, utilizó el ejercicio físico como herramienta principal para manejar su condición. Además, dedicó sus últimos años a colaborar con la Fundación Michael J. Fox, buscando ayudar a las futuras generaciones en la lucha contra esta enfermedad.