En plena temporada de premios, Emilia Pérez y The Brutalist destacan como grandes favoritas para los Oscar 2025. Ambas producciones, reconocidas en los Globos de Oro, enfrentan ahora una controversia por el uso de inteligencia artificial en aspectos clave de su creación, lo que ha dividido opiniones en la industria y el público.

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The Brutalist, dirigida por Brady Corbet, narra la vida de un arquitecto húngaro que persigue el sueño americano. La polémica surgió al revelarse que se utilizó IA para perfeccionar acentos en húngaro y crear diseños arquitectónicos en la secuencia final. Aunque el director niega el uso de esta tecnología en los edificios, sí confirmó su empleo para ajustar diálogos mediante Respeecher, buscando mayor autenticidad en las interpretaciones.

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Por su parte, Emilia Pérez, de Jacques Audiard, se centra en la transformación de un jefe de cartel en una mujer, explorando temas de identidad con un enfoque innovador. La película utilizó IA para mejorar el rango vocal en canciones y ajustar pronunciaciones en español, generando críticas por su impacto en las actuaciones y su competencia en categorías musicales.

A medida que se acerca la gala del 2 de marzo, el debate sigue en pie: ¿es la inteligencia artificial una herramienta que enriquece el cine o un recurso que compromete su autenticidad?