Gene Simmons, legendario integrante de KISS, no solo se ha ganado un lugar en la historia del rock por su estilo extravagante y su icónica presencia en el escenario, también lo ha hecho por su visión empresarial. Con una estrategia que combina música, licencias y un agresivo plan de mercadotecnia, el bajista ha convertido a la banda en un emporio capaz de generar más de mil millones de dólares en ingresos.

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El patrimonio de Simmons, estimado en 400 millones de dólares, va mucho más allá de discos y giras. Desde figuras de acción hasta ataúdes personalizados, la marca KISS ha llegado a miles de productos que conquistan a generaciones enteras. La venta del catálogo musical en 2024 por cerca de 300 millones de dólares consolidó aún más su legado, pues no fue una simple transacción, sino un acuerdo que permitirá mantener vivo el nombre de la banda con espectáculos innovadores de avatares digitales.

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Consciente de que “la vida es un negocio”, como él mismo lo declaró en una entrevista, Simmons ha diversificado su imagen en series de televisión, revistas, restaurantes y múltiples apariciones mediáticas. Así, ha demostrado que ser una estrella del rock puede ser también una lección de estrategia financiera, donde la pasión y los negocios se entrelazan para construir una fortuna que pocos artistas han alcanzado.