La actriz Sophie Winkleman, esposa de Lord Frederick Windsor y prima política del rey Carlos III, reveló en una entrevista con The Times que la existencia dentro de la familia real británica es “un total infierno”. La intérprete describió un ambiente marcado por el escrutinio perpetuo, la falta de privacidad y una fama no solicitada que, asegura, desgasta emocionalmente a quienes crecen con un título.

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Winkleman, también conocida como Lady Frederick Windsor, profundizó en la presión que enfrentan los miembros de la realeza, subrayando que la exposición constante los deja vulnerables y en una búsqueda permanente de confianza. Considera que la atención mediática “es una forma de tortura”, pues desde el nacimiento están sometidos a rumores, mentiras y un foco público incesante.

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La actriz, reconocida por su participación en Peep Show y Two and a Half Men, admitió que aunque la monarquía goza de privilegios evidentes, el costo emocional es alto y pocas veces comprendido. Señaló que ningún miembro de los Windsor eligió la fama: “Ninguno de ellos participó en un concurso para hacerse famoso”, afirmó, destacando que su trabajo filantrópico es real, pero la carga psicológica que enfrentan puede ser devastadora.

Sophie, nacida en Londres en 1980, mantiene una carrera activa en televisión y teatro mientras equilibra su vida familiar con Frederick, con quien se casó en 2009. La pareja, padres de Maud e Isabella, ha vivido entre Los Ángeles y el Reino Unido, procurando mantener un perfil discreto pese a formar parte de la realeza extendida. Aun así, Winkleman ha insistido en que pertenecer a los Windsor puede ser tan caótico como desafiante, especialmente para quienes jamás eligieron vivir bajo el implacable ojo público.