En medio del auge de la inteligencia artificial en la industria del entretenimiento, James Cameron levantó la voz para dejar claro que esta tecnología no podrá sustituir jamás la esencia humana de los actores. El reconocido cineasta, creador de franquicias como Avatar y Terminator, aseguró que la IA puede ser una herramienta útil, pero nunca un reemplazo para la sensibilidad emocional que transmiten los artistas en pantalla.

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Cameron señaló que los personajes generados por inteligencia artificial deben verse como un género distinto y no como competencia directa de los intérpretes humanos. Explicó que lo verdaderamente valioso de un actor no está en la perfección de sus gestos, sino en su capacidad de transmitir emociones, contradicciones y vulnerabilidad, cualidades imposibles de replicar por una máquina.

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Además de reflexionar sobre el cine, el director volvió a advertir sobre los riesgos de una IA sin control, recordando que podría derivar en escenarios preocupantes si se combina con sistemas militares. Para él, el futuro de la creatividad dependerá de que los artistas aprendan a dominar la tecnología sin perder el alma humana que define al arte y lo vuelve irrepetible.