Jamie Foxx rompió el silencio sobre una de las teorías conspirativas más polémicas que circularon tras su hospitalización en 2023: la idea de que Sean “Diddy” Combs habría intentado asesinarlo. En una reciente conversación con The Hollywood Reporter, el actor calificó como “absurdas” las especulaciones que lo vinculaban con el productor, quien actualmente enfrenta un proceso judicial por tráfico sexual. Foxx explicó que durante su recuperación accedió a internet y se encontró con numerosos rumores sobre su estado de salud, algunos de ellos tan descabellados como inquietantes.

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“Vi cosas como ‘Puffy intentó matarme’. No, Puffy no intentó matarme”, aclaró el actor de forma tajante. Foxx, de 57 años, relató que su confusión al leer estas teorías se debía en parte al tratamiento médico que recibía en ese momento, que incluía fuertes analgésicos. Incluso recordó haber creído que lo estaban clonando, lo cual le provocó paranoia y llevó a su psiquiatra a reducirle la medicación. El actor ha aprovechado su regreso a los escenarios para burlarse de estos rumores, incluyéndolos como parte de su reciente especial de comedia en Netflix, donde ironizó sobre las excéntricas fiestas del rapero y la desinformación viral.

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Foxx también compartió detalles impactantes sobre su verdadera condición médica. Durante el rodaje de la película Back in Action en abril de 2023, sufrió una hemorragia que derivó en un derrame cerebral. Su hermana lo llevó de urgencia al hospital, donde los médicos lograron salvarle la vida. El actor permaneció en coma durante varios días y luego enfrentó una larga rehabilitación para recuperar funciones básicas. A pesar de los rumores y teorías conspirativas, Foxx ha decidido contar su historia con franqueza y humor, dejando claro que su recuperación fue real, difícil y muy distinta a lo que circuló en redes.