Juan Pablo Medina vuelve a escena con Serpientes y Escaleras, una comedia negra dirigida por Manolo Caro que combina el humor con una crítica afilada a la élite mexicana. El actor interpreta a un personaje incómodo que revela, con ironía, las contradicciones del poder y la hipocresía social. “Siempre lo he dicho: cualquier proyecto que me ofrezca Manolo lo voy a hacer”, afirmó Medina, quien destaca por su capacidad de dar vida a personajes complejos y provocadores.

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Con más de dos décadas de trayectoria, Medina ha dejado huella en cine, televisión y teatro, consolidándose como uno de los rostros más versátiles de la ficción mexicana. Lejos de buscar protagonismo superficial, apuesta por personajes que invitan a la reflexión. En esta nueva producción, se muestra cómodo jugando con el absurdo, la crítica social y los matices del humor negro, género que –según él– permite confrontar la realidad sin perder autenticidad.

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Para Medina, actuar es un equilibrio entre verdad y ficción. No busca juzgar a sus personajes, sino entenderlos y mostrarlos con honestidad. Su testimonio va más allá de lo profesional: habla abiertamente de los retos personales que ha enfrentado y cómo su historia puede servir para generar conciencia sobre la discapacidad. Firme en su convicción, asegura que lo esencial es abrazar la vida con humor y no dejar de disfrutarla, incluso en los momentos más difíciles.