El juicio contra Sean “Diddy” Combs, icono del hip-hop y empresario multimillonario, comenzó este lunes en Nueva York con la selección del jurado. El artista de 55 años enfrenta acusaciones por tráfico sexual, conspiración criminal y agresiones físicas, entre otros cargos. Según la fiscalía, Combs habría liderado una red organizada que forzaba a víctimas, bajo el efecto de drogas y mediante amenazas, a participar en encuentros sexuales. De ser hallado culpable, podría pasar el resto de su vida en prisión.

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Combs se ha declarado inocente, argumentando que las relaciones fueron consensuadas. El proceso judicial se perfila como uno de los más relevantes en la industria del entretenimiento, especialmente porque utiliza el cargo de conspiración criminal, una herramienta legal originalmente concebida contra la mafia, pero que ahora se aplica en casos de abuso sexual sistemático. Esta misma figura fue empleada en el juicio contra R. Kelly en 2021. El inicio de los alegatos está previsto para el 12 de mayo y se estima que el juicio se prolongue por al menos ocho semanas.

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La caída del otrora poderoso productor ha sido acelerada por múltiples denuncias, siendo la más significativa la de su ex pareja, Cassie Ventura, quien lo acusó de años de abuso y agresión sexual. Aunque su demanda fue resuelta fuera de los tribunales, se espera que su testimonio sea clave. El proceso contra Combs llega en un momento simbólico, coincidiendo con la Met Gala, evento en el que él solía brillar en la alfombra roja. Ahora, su destino lo decidirán doce jurados en un tribunal federal. La industria musical observa con atención este caso que podría marcar un antes y un después en la lucha contra el abuso de poder en el espectáculo.