Kevin Spacey salió al paso de las especulaciones que aseguraban que se encontraba literalmente sin hogar tras las acusaciones de agresión sexual que han marcado su carrera en los últimos años. El actor aclaró que la frase “no tengo hogar” fue interpretada fuera de contexto, y aseguró que, aunque actualmente no cuenta con una residencia fija, eso no significa que viva en la calle.

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En un video publicado en Instagram, Spacey explicó que su estilo de vida es itinerante debido a compromisos laborales que lo llevan a hospedarse en hoteles y alojamientos temporales como Airbnbs. Añadió que, a pesar de las dificultades económicas que enfrenta, no ha declarado bancarrota y mantiene sus pertenencias resguardadas en un trastero mientras espera estabilizar su carrera.

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El actor reconoció que los costos legales derivados de las múltiples denuncias que enfrentó desde 2017 han sido “astronómicos” y afectaron seriamente sus ingresos. Su antigua casa en Baltimore fue embargada, lo que lo obligó a venderla, pero aseguró que sigue recibiendo el apoyo de miles de personas que se han preocupado por su bienestar y le han ofrecido ayuda. Spacey, conmovido por esas muestras de solidaridad, enfatizó que no considera justo permitir que la gente crea que vive en situación de calle.

La explicación del actor llega después de años de una caída abrupta en su trayectoria. Desde las primeras acusaciones públicas, la industria de Hollywood prácticamente lo borró de proyectos importantes, afectando su reputación y estabilidad financiera. Aunque algunas denuncias fueron retiradas o concluyeron en absoluciones, el impacto en su imagen fue profundo y su regreso al mundo del entretenimiento ha sido lento y complejo.